Existen situaciones en las que cualquier persona se puede ver sorprendida por el acoso de otras personas, ya sea en el colegio, en el trabajo o en las redes.
Este hecho produce en la persona afectada un fuerte sentimiento de la soledad y sensación de aislamiento. Son normales cuadros de ansiedad o depresión, disminución de la autoestima, dificultades de concentración… Todo ello se mezcla y hace que la persona se vea a sí misma indefensa e impotente con la situación que está viviendo, más aún cuando al llegar a casa tampoco puede descansar, pues continua el ciberacoso. Una complejidad añadida es que los pocos apoyos que le quedan a la persona en el ambiente del acoso pueden llegar a participar en las burlas.
No esperes a que esta situación te supere, puede llegar a ser peligrosa. Cuando uno intenta todo lo que tiene en su mano y aun así no es capaz de solucionar su problema lo más sano es buscar más recursos. En la Vida Es Para Vivirla podrás encontrar lo que necesitas.