TARTAMUDEZ

La tartamudez o disfemia es un problema de la fluidez del habla que se caracteriza por frecuentes e involuntarias repeticiones de sonidos y sílabas, prolongaciones de sonidos, bloqueos o pausas tensas, palabras fragmentadas e interjecciones. 

Esta falta de fluidez altera el discurso y puede interferir la comunicación y el desarrollo social y escolar de un niño. Con frecuencia, cuando no se aborda tempranamente, aparecen conductas que pretenden disimular la tartamudez (tensión muscular o temblor de labios, mandíbula y cuello, parpadeos, giros de la cabeza…). Desgraciadamente, en adolescentes y adultos una tartamudez no tratada provoca sentimientos de pérdida de control sobre el habla, temor a sonidos, palabras o situaciones comunicativas. Además, el temor a ser identificados como tartamudos hace que se experimenten sentimientos de vergüenza o culpa, que anticipen sus propios tartamudeos y lleguen incluso a tomar decisiones importantes para su vida condicionados por la tartamudez.  

La persona no debe evitar tartamudear, de lo contrario el problema de comunicación afectará a la autoestima y esto desencadenará una espiral en la que se mantendrá el problema. Tampoco se les debe corregir o interrumpir, la tartamudez no afecta la capacidad intelectual o de aprendizaje. Más bien se debe restarle importancia, tratar el tema como algo normal, ayudar a la persona a relajarse y animarle a participar en reuniones sociales.

El tratamiento psicológico es uno de los mejores elementos para que el problema desaparezca o disminuya. En La Vida Es Para Vivirla podemos ayudarte