PROBLEMAS DE ALIMENTACIÓN

La preocupación extrema por la figura y el peso, provocan la realización de dietas muy estrictas, como le ocurre a las personas que sufren anorexia o bulimia. Cuando estas dietas tan exigentes y restrictivas se unen con un bajo estado de ánimo, aparecen ingestas compulsivas de los «alimentos prohibidos», que favorecen la provocación del vomito. A su vez, el vomitar la lleva a permitirse tener atracones, lo que mantiene la dieta estricta. La preocupación y la obsesión por la figura se incrementan con las dietas y las ingestas compulsivas, comenzando de nuevo el ciclo. Algunas de las consecuencias que pueden sufrir  son caída del cabello, irregularidades en la menstruación, insomnio, desnutrición… 

La obesidad no es un exceso de kg, sino un exceso de tejido adiposo, es decir de grasa. Si se acumula en la zona abdominal tiene mayor riesgo cardiovascular, pero si se acumula en la zona glúteo – femoral tiene mayor riesgo músculo-esquelético. Los riesgos que están asociados suelen ser diabetes, hipertensión, colesterol, etc. Al igual que en la anorexia y la bulimia, las personas con sobre peso hacen numerosas dietas restrictivas que no suelen tener éxito. Cuando pierden el control comen muy rápido hasta sentirse desagradablemente llenos o comen grandes cantidades de alimentos a pesar de no tener hambre. 

Las personas con un trastorno de la conducta alimentaria se sienten muy tristes. Suelen esconderse a la hora de comer y tienden a aislarse, no se aprecian a sí mismos y se sienten culpables por sus hábitos de alimentación, pero se ven incapaces de modificarlo. Si este es tu caso o te da miedo que  pueda llegar a serlo, no lo dejes, el apoyo psicológico es necesario para un proceso de recuperación. En la Vida Es Para Vivirla sabemos cómo ayudarte.